Aquella noche eras todo lo que necesitaba, el susurro que me conquistase
y la caricia que me templaría. Eras de una estructura infranqueable, de una
rendición extrema, de un placer infinito. Eras la magia que necesitaban mis
sentidos y la debilidad de mis fuerzas. Eras verdad, mentira y deseo. Eras
grandioso. Al igual que la melodía entre
tantos viceversas, entre tantas apariencias y engaños. Eras mi oportunidad de
robarte aquella noche en la que el insomnio te perdonaba, darle un hogar a esas
manos un día de lluvia y una melodía a tus oídos ante el goteo incesante.Y es por eso por lo que tu cuerpo no fue más que un circuito de todo lo
que había pensado en las noches sin ti y, sin saber el camino, supe recorrerte
y descifrar lo que no había sido contado, contándote lo que no te había
descifrado.
2 comentarios:
Le imprimes mucha sensibilidad a lo que escribes (lo cual es magnifico), estos pensamientos los llegue a sentir, y muy mios, cuando me enamore por primera vez, solo espero que tu "eras" no sea como resulto el mio... seria muy triste.
Un gusto chica :)
Buenas, de primeras decirte que me gusta mucho como escribes y que he decidido pasarme de vez en cuando por tu blog a curiosear tus escritos.
Es bonito sentir estos sentimientos que describes, creo que todo aquel ser viviente debería sentirlos al menos una vez en su vida.
Saludos.
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