Sunshine. . .

Yo, que por el momento me atosigaba de tanto arrumaco infalible, que a cada bostezo que derramaba sus ganas gastaba las de limpiar entre unas sábanas desabridas. Yo, que entre las mitades de un ser, de otro, de mi y del suyo conseguí una vida homogénea, y que al poco me arrastró con la incertidumbre de si habría un cielo que me correspondiera en aquella ventana el día de mañana. 
Yo, que todo lo tuve, vi amanecer en bragas desde la orilla de aquel alféizar, esperando tú mi despertar en aquella cama.

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