Big space. . .

Lo cierto es que por un momento me centré en la pavorosa idea de si sería un ejemplo correcto, un escribir por escupirme en los dedos. Una verdad que plagiaba mi boca y la exponía con pesadumbre a la luz de dos velas consumidas por el encanto de una noche sin compañía. Lo extraño de ver rostros sin conocer entre la multitud de una casa vacía. De un lecho tibio. De una mala coincidencia. No hay que temerse por ser como un tulipán enzarzado entre las ideas que tiene, las que quería tener y las que no se podía permitir. Golpeaba así la verborrea de un tiempo en silencio, de un mar de fondo aparentemente llano y plato, que no turbia mas que la mirada al agachar la cabeza. Soltar el lápiz y acechar el camino.

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